Me gusta llamar al sermón del monte como El manifiesto de Jesús; allí, Él identifica el carácter y los principios básicos de todo ciudadano de su Reino. La introducción del manifiesto describe las disposiciones más básicas de los discípulos de Jesús. Son pobres de espíritu, lloran, son mansos, tienen hambre y sed de justicia, son misericordiosos, son de limpio corazón, son pacificadores y sufren persecución a causa de la justicia.
